QUIENES SON LOS MASONES ASTURIANOS

Aunque ya llevamos unos cuantos años transitando por el siglo XXI, todo lo relacionado con la masonería sigue llamando la atención de los españoles como si el tiempo no hubiese trascurrido. La semilla de miedo y confusión en torno a sus actividades que plantó Francisco Franco -hermano de masón y obsesionado con el tema después de que a él mismo se le hubiese negado el ingreso en la Fraternidad- prendió bien y actualmente algunos periodistas de éxito se encargan de mantener esta idea culpando a la Fraternidad de todos los males que supuestamente están acabando con España.

En esta página hemos tocado ya alguna vez este tema, pero siempre desde el punto de vista histórico, y así en su momento supimos algo del puñado de iniciados de las Cuencas que formaban parte de las logias asturianas en el siglo XIX, conocimos también los avatares del Triángulo Costa, que funcionó en la década de 1930 en Turón, y señalamos la existencia de un maestro de renombre internacional, Juan Pablo García, nacido en Mieres en 1908 y que desempeñó el cargo de gran comendador del Supremo Consejo del Grado 33.º para España entre 1972 y 1978, hasta que pasó al Oriente Eterno.

Hoy quiero acercarles al estado de esta cuestión en el presente para que vean ustedes la realidad alejada de fabulaciones y fantasías. Antes de nada deben saber que el número de masones asturianos que trabaja en la región no supera el centenar y que se encuentran divididos nada menos que en cinco obediencias distintas, cada una de ellas con su propio taller: dos en Gijón, una en Oviedo y otra con sede en Valladolid, como les explicaré más abajo; aunque resulta difícil conocer la cifra real de hermanos porque algunos se desplazan a otras regiones o se integran en logias del extranjero.

Sus diferencias estriban fundamentalmente en tres puntos: el modo de desarrollar su organización y sus ceremonias según el rito que hayan adoptado, su actitud ante el hecho religioso y la admisión o no de mujeres en las logias.

Esta cuestión, siguiendo la moda de los tiempos, ha conducido a la formación de una obediencia integrada únicamente por ellas: se trata de la Gran Logia Femenina de España, auspiciada por la obediencia francesa, que cruzó los Pirineos en 1984 y pudo abrir un taller en Barcelona en junio de 2005. Seis meses más tarde encendía sus luces en Gijón la R:. L:. Estrella del Norte en la que las francmasonas asturianas se ponían a trabajar con la ayuda de otras hermanas madrileñas y francesas.

También tiene origen galo la más conocida de las logias asturianas, la R:. L:. Rosario Acuña, constituida en el curso 2002-2003 con la confluencia de hermanos de otras obediencias, en algún caso llegados desde las Cuencas, e iniciando a otros nuevos. Depende asimismo del Gran Oriente de Francia, una obediencia que afirma contar con 50.000 miembros en todo el mundo. A pesar de que no admiten mujeres es la agrupación más abierta y en ella conviven masones más reservados con otros que hacen constante gala de su membresía en la prensa y en actos públicos.

En Asturias levanta sus columnas en el barrio gijonés de La Calzada, donde celebran unas ceremonias que presumen de estar más acordes con los nuevos tiempos; en ellas no se exige vestir traje y reconocen que se habla de política -varios de sus integrantes manifiestan su republicanismo- y de temas relacionados con la religión y la sociedad, prohibiciones que siguen manteniendo las otras logias, aunque tal y como manda el Rito Francés continúan siendo obligatorios los mandiles y collares que informan del rango de quienes los exhiben.

La última de las logias de la villa costera es también la más discreta. La R:. L:. Jovellanos, integrada en la Gran Logia de España la cual, con 150 talleres repartidos por el país, es la única obediencia nacional que reconoce la Gran Logia Unida de Inglaterra, lo que la convierte también en la única regular, aunque por supuesto a quienes siguen los otros ritos esto les trae al fresco.

Cumplen estrictamente el Rito Escocés Antiguo y Aceptado y en consecuencia también son los más tradicionales: sólo varones, con la prohibición de tratar en las ceremonias temas políticos ni religiosos, y aunque en teoría da cabida a todas las creencias y a todas las ideas que fomenten el respeto mutuo, la obligación de aceptar la existencia de lo que ellos denominan el Gran Arquitecto del Universo deja fuera a los ateos. Para hacerlo evidente, sus reuniones están presididas por una Biblia (el Corán en un país árabe o la Torá en uno judío) ¿Cuántos son? En Asturias al menos veinte, pero su hermetismo dificulta la comprobación de los datos, ¿Dónde se reúnen? Que se lo digan ellos.

Oviedo también cuenta desde hace un año con otra logia que celebra sus tenidas los últimos sábados de mes y convoca además otras reuniones con periodicidad mensual. Se trata de la R:. L:. Progreso N.º 1850, que a fecha de hoy tiene 23 iniciados y dos hermanos honorarios: Depende de una obediencia fundada en 1893 con el nombre original de Gran Logia Simbólica Escocesa Mixta de Francia: El Derecho Humano, y que pronto cambió su denominación por la de Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain-Derecho Humano, que ahora se extiende por todo el mundo. Es de carácter mixto y en ella hombres y mujeres trabajan juntos buscando su perfeccionamiento moral.

Y he dejado para el final a la Logia Indivisible N.º 51, reconocida por la Gran Logia Simbólica Española, con talleres tanto masculinos como femeninos o mixtos; en este caso es mixta y se reúne en Valladolid, a donde llegó después de tener su taller en El Entrego durante dos años; allí se fundó precisamente por la necesidad de incorporar a algunas mujeres de las Cuencas que entonces lo demandaban, cuando no existía en la región ninguna obediencia que las admitiese y ahora conviven en la capital castellana donde trabajan juntos masones de las dos comunidades.

A pesar de admitir mujeres, esta obediencia sigue igualmente el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, por lo que declara su independencia de cualquier creencia religiosa, política o social determinada, así que en sus logias también está prohibido discutir sobre estos temas, pero aquí la invocación al Gran Arquitecto del Universo se hace de manera personal, de manera que pueden aceptarla los creyentes de las diferentes religiones, los agnósticos e incluso los ateos, que la interpretan como un concepto filosófico.

La propaganda antimasónica ha querido que veamos las logias como centros de conspiración con un poder capaz de manejar leyes y gobiernos, cuando no como tapaderas de sectas satánicas o clubes de «comeniños». La verdad es que sus integrantes deben demostrar antes de ser admitidos su condición de personas libres, tolerantes y de buenas costumbres y aceptar con respeto todas las tendencias religiosas y políticas; pero por si eso fuera poco, la masonería ha hecho pública siempre que ha tenido ocasión su plena adhesión a la legalidad democrática de nuestro país, y los francmasones están obligados a defender los valores constitucionales con ejemplaridad, lo que no quiere decir que renuncien a mejorarlos.

¿Hay políticos asturianos en las logias?: pues sí; de la misma forma que encontramos profesores, abogados, médicos, prejubiladosÉ ¿Tienen influencia en la política regional? Evidentemente no, y lo mismo sucede a nivel nacional. La masonería se define como una escuela donde en la mayor paz y concordia se aprende la verdadera ciencia y se practica la virtud, y lo que busca a puerta cerrada no es otra cosa que perseguir el conocimiento de uno mismo y el crecimiento personal mediante el análisis y los símbolos; lo que no hace es elaborar listas electorales o repartir concejalías; si fuese así, en Asturias en vez de cien masones habría mil.

¿Qué interés existe en mantener su leyenda negra? Pues qué quieren que les diga, igual es un asunto que deberían resolver los psiquiatras. Empecé contándoles que el Generalísimo tuvo un hermano masón -el héroe republicano Ramón Franco-, se me olvidaba decirles que a César Vidal, uno de los escritores más empeñados en mantener la idea de la conspiración de las logias y con varios libros publicados sobre el tema, también le pasa lo mismo. Su hermano Gustavo Vidal, escritor y jurista técnico de la Administración del Estado, es también masón y no le duelen prendas cuando califica las ideas del locutor de la COPE sobre este asunto como una «gilipollez». ¡Qué cosas!

El amigo, que no Hermano, Ernesto Burgos, es el autor de este artículo

(Articulo del Diario La Nueva España (edición de las Cuencas)

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