Masones en el Pacto Republicano Federal astur-galaico (IV)

Tal vez la explicación de tal ausencia se pueda explicar en que al ser solo el partido republicano Federal quien afrontó el tema del pacto federal dejó de  lado al resto de fuerzas republicanas.

 Pues  amén del presidente,  estaban en la Comitiva: Ramón Hermida; Romero; Cándido Salinas; Gonzalo Brañas; José Vales Sanjurjo; Miguel López; José Zabalbeitia; y Juan Manuel Seara.

Este  pacto ente astures y galaicos se firma, pero aún así con todo, fracasa, pues en las elecciones a las Constituyentes de 1869, los Republicanos Federales que presentaban unos cuarenta candidatos sólo obtuvieron un diputado que recayó en  Eduardo Chao.

La intensa actividad política de los republicanos federales generó, así mismo, una serie de folletos en aquellos momentos como: “La verdad a las aldeas”, de Pérez Costales que se anunciaba en la prensa republicana gijonesa como La República Española, o el opúsculo “Conferencias populares dedicadas a los obreros y aldeanos de, Galicia” de Esteban Quet, o “La República democrática federativa” de Federico Gallardo, entre otros.      
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               El fracaso de los pactos, pese al empeño de Eladio Carreño, trae consigo una nueva etapa, puesto que los lemas de convocatoria y enganche se endurecen y radicalizan, de ahí que una gran parte de los intelectuales gallegos clamen por "Una Galicia para los gallegos" y consideren como extranjerismo al federalismo y al socialismo. Se demanda pues, el autogobierno y se habla del retorno a la genética gallega, aunque frente a todo ello, estaba patente la posición más abierta de Moreno Barcia, que  va convertirse en una figura vital y capital para lo que podríamos denominar como la constitución del “estado galego” pero sin ese retorno a la genética.

Por último estaba la Comitiva de Pontevedra formada por Francisco Castro Barceló; José Alonso y Manjón; Sebastián Vallejo; Ventura España; José Benito Rial de Villaverde; Juan Cuiñas; Ignacio Villar; Federico G. Gallardo y Patiño, entre ellos no se registra ningún francmasón.
Por lo escrito hasta ahora hemos visto que de los 40 miembros que formaban las distintas comitivas convocadas en La Coruña,  la presencia de la sociabilidad masónica dentro de la firma de este  Pacto Federal era más bien escasa, aunque ello  se puede justificar por varias cuestiones: 

Por un lado  el reducido  número de componentes de las comitivas.

Otra plausible  explicación de las notables ausencias que se registran en las comitivas es el  supuesto enfrentamiento que existía entre las diferentes facciones republicanas, y para ello no hay nada más que ver la prensa del momento, donde los ataques entre el propio republicanismo eran cruentos y hasta furibundo y de  una radicalidad difícil que debía hacer muy difícil cualquier tipo de consenso, de esa situación y  realidad  en parte se nutrieron las logias.

De hecho la inhibición de ciertos republicanos que no podían participar, pero sí al menos aplaudir la idea, viene explicada incluso años más tarde en las referencias que encontramos ya muy tardías,  que realizaba el Semanario Democrático La Verdad, editado en Oviedo, entre 1887-1890 -del que han aparecido los números correspondientes a 1889-, y en cuyas páginas  se puede comprobar la otra pata del banco que faltaba como era  la versión de los republicanos ovetenses seguidores de Ruiz Zorrilla,  muy bien ubicados en las logias ovetenses.

Además de mediar en la cuestión en esas diferencias políticas los conflictos locales que abrieron una gran brecha entre la ciudadanía republicana como sucedió en Asturias con el tema de muselistas y apagadoristas[1], ni mejoraba la situación.

Sin embargo aunque pudiera parecer que no había masones federales, al tenor de su presencia en las comitivsa firmantes,  cuando analizamos esa posible presencia entre las filas federales[ a pesar de que apenas si existen listados de militantes republicanos]  vemos que  éstos tenían en algunos casos,  o tendrían unos meses más allá de la firma un peso importante en los órganos de decisión del partido Republicano Federal, tal y como se comprueba  por las noticias que recogemos a lo largo del año 1869, en el semanario La República Española, sobre la creación de los Comités Republicanos que se forman en la provincia.

 Éstos comités republicanos federales que se iban formando a lo largo de 1869 en Asturias, arrojaban  este saldo: Comité de Oviedo: Secretario Ramón Lafarga de simbólico “Farnesio” y el correligionario Casimiro SuárezCicerón, ubicados ambos en 1877 en la logia Luz Ovetense.

 En el Comité de Gijón: como Vocales estaban Eduardo Guilmaín Abarca, que llevó una larga vida en la masonería gijonesa la cual  se desarrolló desde 1851hasta 1874, más tarde se le localiza en Madrid en el seno de la logia Fraternidad Ibérica entre 1888 y 1896. Eduardo era un lejano descendiente del famoso Conde de Aranda.

  Justo del Castillo que estaba  sentado en los bancos de la logia gijonesa Los Amigos de la Naturaleza y Humanidad en 1871; el Secretario del comité que los ejercía Apolinar Menéndez Acebal de simbólico “Estrabón”,  al que tenemos en 1878 situado en la logia gijonesa de La Razón, para pasar a formar parte, hasta su muerte en 1886, a la logia Amigos de la Naturaleza y de la Humanidad.

En el Comité de Avilés se encuentra a Indalecio García,  que formó parte entre 1879 y 1887 de las logias La Justicia y Concordia.

En los Comités del Occidente astur tenemos en Navia: al notario Rafael Fernández Calzada,  al que en 1877 situamos en la logia Luz Ovetense (1879-1880), y luego en Antorcha Civilizadora de Navia.

 Si hablamos de los Comités del oriente de Asturias tenemos    en el Comité de Llanes que  el Vicepresidente era  Manuel Vega Isla,  de simbólico “Galeno”, como no podía ser menos para un médico, el cual labraba  su piedra bruta en la logia ovetense Nueva Luz (1886); y en el Subcomité de Celorio ejercía de Secretario D. Manuel Cué, rico  francmasón iniciado en Cuba.

 Si regresamos a Gijón, concretamente al  Comité de la Juventud Republicana  el presidente era: D. Apolinar Menéndez Acebal, del cual ya dimos sus datos masónicos, siendo el Secretario D. Braulio Vigón miembro de la prestigiosa logia ovetense Juan González Río entre 1888-1892 y D. Jesús Menéndez Busto de simbólico “Torrijos  al que encontramos en la logia en Amigos de la Naturaleza y de la Humanidad entre 1879-1880.

 Así mismo dentro del Círculo Republicano, está de nuevo D. Eduardo Guilmain, como Vocal, y como Secretario D. Marceliano Cuesta, de simbólico “Arquímedes” que trabajaba en la misma logia que Busto, pero al que encontramos en los cuadros lógicos de 1886.

 Este activo Comité Republicano de Gijón dirigida a todas las provincias españolas una carta donde se propone a la ciudad de Gijón como sede del pacto federal, cuestión  que no llega a fraguarse, lo que no quita para que se mantenga la petición de adhesión al pacto y que firman amén de Eladio Carreño en Gijón el 27 de Mayo de 1869, parte de los anteriormente citados más Juan Arranz de la Torre.[2]

 Esta  presencia de los francmasones dentro del Partido Republicano Federal, y de su peso en distintos organismos públicos, -pues algunos de ellos tuvieron una activa vida municipal-[3], nos podría llevar a pensar que estamos ante la correa de transmisión de los valores masónicos a través del partido que en su momento instituyó Pi y Margall, y es muy posible que así fuera, dado que en esos momento se estaba dando una alta masonización de la política o viceversa.

 Tal cosa se explica cuando  vemos  que los  republicanos ovetenses  seguidores de Ruiz Zorrilla, hay destacados miembros que lideraban las logias Nueva Luz y la Juan González Río, aunque no veían con buenos ojos a los federales gijoneses, contra los cuales ya venía de muy  de lejos su encono  que no era ni más ni menos que la la viva reproducción  de lo que a su vez sucedía entre los lideres Pi y Margall y Ruiz Zorrilla.

En el caso asturiano el origen de las rencillas  hay  que buscarlas en que el federalismo gijonés, acaudillado por Carreño,   consideraba que el “partido Progresista era un partido dogmático, un partido medio, incapaz de sostener en sus manos la bandera del progreso. Amalgamado con los eternos enemigos de la libertad, con los hombres funestísimos del 56, ametralladores de las Cortes Constituyentes y verdugos del pueblo” como asó lo publica La Republica Española

 Años más tarde aún los rencores republicanos se mantienen vivos y  enconados, como se  deja entrever un suelto publicado en el periódico La VerdadDe todo un poco”:
 “La Verdad no está subvencionada, ni hay señores que paguen para la impresión 13.000 reales anuales, además de 1.000 reales para gratificar al director y otros emolumentos a los redactores […] por otra parte ignora el gran conspirador gijonés (pour vive) que con solo pensar lo que dice, ofende al caudillo de los revolucionarios españoles, que es demócrata de verdad y jamás obra autoritariamente, como cierto y determinados federales”

 Para entender en parte, esa  falta de presencia masónica entre  la comitiva asturiana   firmante del pacto federal , personalmente creo que es debida a otra cuestión fundamental e incuestionable como es que tras la caída en 1853 de la logia gijonesa Los Amigos de la Naturaleza y de la Humanidad, en Asturias no se levantaran talleres masónicos hasta después de La Gloriosa, y ello será en 1871 cuando de nuevo se vea florecer la actividad masónica, de ahí que aunque encontremos diversos republicanos activos en la masonería está membresía no será patente hasta la década de 1870.

 Por otro lado,  la realidad masónica y republicana gallega no va a distar tampoco mucho de la que se daba en Asturias, tan solo las singularidades de los personajes, la idiosincrasia de las ciudades en que habitaban   y las concomitancias y los lazos que establecían en  favor de la presencia de una u otra tendencia ideológica  serán las que marquen las diferencias, pero éstas tampoco serán abismales con relación a los que sucedía en Asturias, y aunque hemos visto que pese a que tampoco los listado masónicos son muy precisos,  el peso masónico de los gallegos superaba con creces al astur al menos en cuanto a la presencia en el seno de las comitivas firmantes del Pacto Federal Galaico-Asturiano.

 Victor Guerra García

Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME)
Instititut d´ Études et de Recherches Maçonniques Septentrion (IDERM) Francia


[1] Polémica que dio en Gijón en  1880, sobre la ubicación del puerto marítimo para Gijón
[2] Pacto Federal. “La República Española”. 1 de junio de 1869.
[3] Con cargos en el Ayuntamiento gijonés estaban Eduardo Guilmain, Justo del Castillo y Apolinar Menéndez Acebal.

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