MASONES Y JESUITAS EN GIJON

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Escribía hace ya tiempo sobre los encontronazos que había habido entre Jesuitas y Masones, y realmente ha habido varios, y de fuerte naturaleza, más en el siglo XIX con varias logias ovetenses y gijonesas en la refriega , menos tal vez,  en el siglo XX, aunque no se veían con buenos ojos desde la masonería el establecimiento de escuelas de los Jesuitas,  y más cuando la Gran Logia Regional del Noroeste estaba apoyando con su empuje la Escuela Neutra..”la escuela sin dios” que decían las derechas del momento.

Digamos que ambos colectivos siempre se han mirado como de soslayo, pero aunque no  intervenido de pleno la masonería en cuanto a la expulsión y el desarrollo para hacerse con las propiedades de los Jesuitas, no podemos negar que en el seno de la Corporación existía una presencia masónica mínima, reducida a  uno documentado como Concejal  y dos o tres más masones en los aledaños del poder como ALberto de Lera,  lo que no es mucho si tenemos en cuenta que Gijón fue una de las ciudades que impulsó la expulsión de los Jesuitas a través de diversas acciones que ya venían tiempo atrás:

El 17 de abril de 1931 el Ayuntamiento se dirigía mediante telegrama al Presidente del Gobierno de la República Española: Le participo que el Ayuntamiento por unanimidad acordó pedir la expulsión de España de la Compañía de Jesús por considerarlo conveniente a los intereses nacionales y principalmente esta población para evitar alteración de Orden público, pues ha tenido esta alcaldía que intervenir para apaciguar excitados ánimos contra la citada Comunidad religiosa.

Pero no se va a quedar ahí sino que el Concejal José Suárez propone a la Corporación gijonesa la siguiente consideración que se dirigiera si se estimara conveniente a las capitales de las distintas provincias españolas solicitando se adhirieran a las proposiciones que, en su día se envió al Gobierno Provisional de la gloriosa República Española en demanda de esa bandada de aprovechados comisionistas espirituales que responde a la Compañía de Jesús.

Se firmaba tal proposición el 30 de abril de 1931, en aquellos momentos ostentaba la alcaldía Isidro del Río, aunque ejercía de Alcalde en funciones: Carlos Martínez; en el momento de la votación salen los miembros de la Minoría Monárquica

En dicha corporación tan solo se registran uno o dos masones: José María López Fombona, miembro de Alianza Republicana, y está en duda un tal Pis.

El 6 de mayo de 1931 el concejal José Suárez, planteaba a la Corporación que esta se dirigiera en súplica al Gobernador Civil de la Provincia , para que en vista de los rumores que corrían por la ciudad, se sirvieran ordenar una inspección en la Residencia y Colegio de los Jesuitas a fin de comprobar si en dichos locales se ocultaban armas, cosa muy posible pues en l primero de los lugares se ha ocasionado recientemente una muerte , en la cual para nada han intervenido los dioses y sí las mortíferas armas de fuego.

Y hacía tal reclamación en base a la excitación que según él había en la ciudad y también porque en Bilbao se habían encontrado armas en la residencia de los Jesuitas.

Mientras, iban llegando las adhesiones de los Ayuntamientos, se tiene registrada la llegada de unas 63 corporaciones que se sumaban al llamado de los Republicanos gijoneses. Entre los que adherían estaban ayuntamientos como Badajoz, Ceuta Murcia, Barcelona, Águilas, León, Málaga, Teruel, Yepes, Grao , Laredo, Parres, Montbuy, etc.. no sabemos si solo fueron esos 63 (que son los que constan en el expediente AMG 450/1931) o cuando ya se decidió la expulsión se dejaron de recoger las adhesiones. Tenemos constancia de que por ejemplo la Alcaldía Constitucional de Vilalonga (Tarragona) contestó afirmativamente el 16 de julio de 1931, tampoco tenemos constancia de a cuantos ayuntamientos se hizo llegar la petición…

Volviendo a la petición de la búsqueda de armas la respuesta fue que tal petición era desestimada en tanto que el alcalde gestionaría sí habían entregado las armas los somatenes y se procuraba la lista de ellos.

Llegada la notificación oficial de la disolución en el territorio español de la Compañía de Jesús y la nacionalización de sus bienes para dedicarlos a los fines benéficos –docentes, el 25 de Enero de 1932, una serie de concejales, entre ellos de nuevo José Suarez proponen se felicite al Gobierno de la República por el decreto promulgado, alentándole a proseguir con igual diligencia en la resolución de las demás cuestiones religiosas que plante la Constitución de la República, hasta llegar al completo Estado Laico, como es la aspiración de todos los que de verdad sentimos la idea de Libertad

Firman y votan la carta de felicitación 12 Concejales (entre ellos uno masón Fombona ), y en contra había 11 votos.

En función del decreto de disolución de la Compañía de Jesús, en su desarrollo, los Concejales gijoneses vuelven a la carga y firman la petición (1º de febrero del 1932), indicando que el artículo 5º de tal decreto que dice : Que los bienes de la Compañía pasan a ser propiedad del Estado, el cual los destinará a fines benéficos y docentes, y teniendo constancia de los Jesuitas gijoneses tenían la Residencia entre las calles Instituto y Begoña y el Colegio situado en la Carretera de Ceares, fueran entregados mediante las condiciones que procediesen para convertirlos en primero en colegio y el segundo en un hospital municipal, lo cual queda encima de la mesa de la Corporación para su estudio.

Unos días más tarde el Alcalde gijonés se dirige al Presidente de Consejo de Ministros para que el edificio que fue construido ex profeso y por tanto reuniendo condiciones inmejorables para continuar destinado a tales usos,… por lo cual pide se sirva disponer de que el referido edificio que fue colegio de Jesuitas sea destinado a Instituto-Escuela por cuenta del Estado .

La Minoría Socialista no se queda quieta tampoco y solicita que la Corporación determine una Comisión para el estudio para sostener ante el Estado la incautación de una serie de inmuebles que constaban como propiedad de los Jesuitas sitos en la calle del Carmen, Langreo, Álvarez Garaya y el Centro de Acción Católica de la calle Cabrales, queda constituida la comisión por los Concejales firmantes Leoncio García Moriyón y Francisco Ruiz Calvo, teniendo en frente a Manuel González García a Manuel Tuya Cifuentes y Guillermo Suarez Sánchez, Severino Cadavieco.

La investigación sigue su curso y el Registrador de la propiedad certifica que el expediente de propiedades de los Hijos de la Monita” tenían en Gijón pues el número 49 de la calle Cabrales, el 4 de la calle del Carmen, las casas los números 8,10,12,14,16, 18 ,20 y 22 de la calle del Humedal , el patio y almacenes y talleres entre las casas 30 y 26 de la calle Álvarez Garaya, dos trozos de terreno en Santa Catalina, los números 12, 14 y 16 de la calle Álvarez Garaya , y las casa de los números 10,12,14,16,18,10 y 22, 19 de la calle Pedro Duro.

Un importante patrimonio levantado desde su emplazamiento a finales del siglo XIX

Este es el contenido del expediente municipal acerca de la Expulsión de los Jesuitas, nada sabemos lo que hacían o decían los masones de la Gran Logia Regional del Noroeste, pues su actas fueron quemadas por ellos mismos con la caída de Gijón en manos facciosas, y por tanto nos quedamos sin saber que diría Alberto de Lera y toda la membresía masónica asturiana, aunque tal vez haya que rastrear la prensa local para dar con alguna opinión.

Los masones registrados como tales en esos momentos son.

Jose Mª López Fombona. Nace en Gijón un 17 de Noviembre de 1882, en el seno de una numerosa familia, lo que pronto le obliga desde muy temprana edad a trabajar cuya labor combina con los estudios reglados y también con la adquisición de una autodidacta cultura. 
 
En esa línea de precocidad y también por estar muy implicado en los movimientos obreros, Fombona milita ya desde muy temprano en el Partido Republicano Federal. En 1913 “ve la luz” de los secretos hiramistas en el seno de casi recién constituido taller Jovellanos nº337 de Gijón, donde adopta el simbólico de “Ptolomeo”, su iniciación se registra el 3 de enero de 1913, en septiembre del mismo año su mandil ya tiene la baveta doblada, señal de que su salario lo recibe en la columna los Compañeros (2º)

En el seno del taller desarrolla el cargo de Portaestandarte, y no parece que tenga una destacada actuación dentro de la logia, tal vez porque sus esfuerzos están más orientados en la actividad política, de hecho es dado de baja por falta de asistencia y pago el 31 de Mayo de 1915, tal y como así consta en la Información Reglamentaria.

El hermano Ptolomeo inserto en el movimiento republicano desde el Centro Instructivo Republicano de Gijón, en el que está presente en casi toda su andadura accederá al cargo de Concejal del Ayuntamiento de Gijón, cargo que ejerce hasta 1920. De nuevo es elegido Concejal en 1922, cesando en el cargo tras implantarse la Dictadura de Primo de Rivera, y luego lo tendremos muy activo como hemos visto en 1931

Será en este ínterin temporal cuando José María López Fombona de comienzo al proceso de la creación de una logia desmarcada totalmente del resto de los proyectos masónicos que se dan en la región, lo cierto es que no existen pues cuadros lógicos, aunque otras referencias apuntan a que llegó a la Veneratura de dicha formación.

En cuanto al periplo masónico, la siguiente referencia es ya muy tardía del 31 de diciembre de 1938 y está contenida en una octavilla escrita a máquina y que dice así:
“ en la última reunión del Consejo (26.2) indiqué que el H( José María López Fombona de Gijón, actualmente Secretario del Juzgado de 1ª Instancia de Valdepeñas, deseaba una certificación de su situación masónica, y a la vez que se ponía incondicionalmente a la disposición de la Gran Logia Española.- ¿ Se hizo algo?..”
Como casi todos los masones asturianos fue encausados en la Causa General nº 155 de Galicia y Asturias de 1937.

@ Victor Guerra.

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