De la noche de las Luminarias y las alondras en la mesita de noche

Luminarias y ALondras

Me llegó como por casualidad la noticia de este libro, y fue como motivo de una consulta 
por parte de ediciones Velasco, sobre temas masónicos, de esta manera pasó dicho texto a ocupar un lugar en la mesita de noche, ¡aunque breve pues como ahora dicen engancha.

La trama como nos indica la reseña del libro trata de una acción «en una fría noche de abril, levantan de la cama al pequeño Andrés y lo sacan, en volandas, fuera de la casa. Se despierta en brazos de su tía Elena, que lo ha llevado a ver los extraños resplandores que desprende el cielo. Fantasmales fluorescencias alumbran la escena. 

El espectáculo natural, infrecuente en estas latitudes del norte de España, quedará en la memoria del pueblo como «la noche de las luminarias». Pasado el tiempo, Andrés volverá a ver los resplandores boreales. Era entonces un muchacho de diecinueve años. Estaba lejos de su casa, maniatado en la trasera de una furgoneta. Lo llevaban a fusilar»

A partir de aquí se abre un texto en distintos planos, y con muy buena estructura literaria, la cual me llevó a viejas lecturas de autores como Valle Inclán o autores más modernos como Jesús Fernández Santos, Arturo Barea, Max Aub, etc.

En definitiva, lectura intensa, nada alambicada y estructurada en base a capítulos cortos, y de tonos amables, que se muestran en momentos, como por ejemplo se describe la gran tensión social en Asturias, como fue el Octubre del 34 en Asturias, o la llegada de los procesos de represión por parte del franquismo, donde los falangistas tuvieron mando en plaza y las detenciones eran cosa diaria y cotidiana.

José Francisco Rodil Lombardía, natural de la vieja comarca asturiana de Los Oscos, narra con ese acento literario de tintes agallegados, el trasunto del joven Andrés, que irá creciendo y evolucionando a través de las fidelidades y también de alguna traición, pero sin embargo en el relato priman las buenas gentes, aquellas que de se deben fidelidad como hombres de bien,  los cuales estructuran una sociedad rural en la cual se desarrolla la novela, y donde el protagonista Andrés, será pues la herramienta para que cada uno se manifieste en clave solidaria,  en ese ayudar al otro a salir de la pobreza, pero sobre todo de la ignorancia,, dejando espacio para la libertad individual de cada uno hago lo que crea conveniente.

La azarosa vida de Andrés, será el resultado de hombres ligados al republicanismo y por ende a la masonería, a través de personajes como Rafael de Vega Barreda, o el masón José del Peso Sevillano, que fueron efectivamente miembros de la logia Lucus nº 5 de Lugo, los cuales junto con otros personajes, como la monja Teresa, o el marxista Graco, irán perfilando, a su modo y manera, el hacer de Andrés a través de un amplio periplo que va desde que sale de su aldea siendo un rapaz para ir al instituto hasta su paso al exilio.

Rodil Lombardía, maneja bien las acciones y los tiempos, y por medio de un flashback, nos va aportando lúcidas pinceladas que retratan muy bien aquellos tiempos revueltos de la República y el ascenso del autoritarismo dictatorial franquista. 

Textos que retrotraen a cuestiones que hoy se hacen cuasi patentes cuando Claudio, dice: «que una elite de notables que, enmascarados de liberales y jugando a todos los palos de la baraja, guardaban para sus adentro la nostalgia del viejo régimen y añoraban recuperar preeminencias de la que habían gozado en los viejos tiempos […] los que bajo cuerda apoyaban y financiaban a grupos nostálgicos…»  lo que me trae al recuerdo las actuales mandurrias de las gentes del Partido Popular con VOX, y que a su vez me remontan a la famosa CEDA.

Tenemos pues, otra parte de la novela, aquella que tiene como protagonistas al viejo colega Claudio, pasador de alondras, y a una hija de Andrés: Evangelina que a su modo intentan cada uno redescubrir la vida de Andrés, e base a rebuscar en dicha y recuerdos que han quedado de este, cuyo hilo conductor es una vieja libreta, pero también mediante los recuerdos de Claudio, pero casi siempre desde la distancia y la lucidez.

Lo cual permite a Ródil Lombardía, sacar a colación a la masonería y el republicanismo de «Orden», así como otras corrientes del pensamiento político las cuales quedan enmarcadas en ese ambiente realizado y sincopado que se deja notar en pueblos y capitales de provincia, como es el caso de Lugo, donde se desarrolla buena parte de la novela.

Novela intensa e interesante de como se ve y en parte de vivió toda esta tragedia humana desde el ambiente rural, que fue muy distinta a las zonas más neurálgicas como los centros urbanos, o las cuencas mineras.

Victor Guerra

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