Masones Indianos naturales del Oriente de Asturias (I)



Dentro del proyecto de Diccionario Biográfico Masónico Asturiano (DBMA) hoy incorporo una reseña sobre varios miembros´asturianos que tengo recogidos como naturales de Asturias y que conformaron parte de ese fenómeno de los “indianos”.
Son solo unos pocos, los que tengo documentados porque la nómina es mucho mayor, pero o bien solo tengo los nombres  y apellidos y el llamado nombre  simbólico  o alias, o logia donde estuvo, son datos menores a falta de ir constatando más datos que completen un perfil más o menos entendible, hoy por hoy nop conforman más que un listado de nombres.

Por ahora expongo el trabajo que  que realicé en su momento:

Francmasones de la zona Oriental de Asturias en Logias Metropolitanas de Hispanoamérica

“La emigración asturiana a América ha sido desde sus comienzos objeto de atención de eruditos, preocupación de gobernantes y de egregios escritores como Jovellanos y Clarín entre otros. Actualmente investigadores de diversas especialidades, historiadores, demógrafos, economistas, antropólogos, unen sus esfuerzos, convencidos de que la emigración es un tema complejo, necesitado de un análisis desde una perspectiva plural y que, al igual que la estructura de las sociedades humanas, para su inteligencia requiere un tratamiento realmente serio y riguroso “.[i]

Pues esa pesar de ese esfuerzo, una de las cuestiones que más se echan en falta dentro de esa historiografía es el enfoque del “fenómeno indiano” en su relación con la masonería, tanto en la península como en ultramar. El único trabajo que hasta ahora existe es el del profesor y jesuita Ferrer Benimeli, el estudio sobre los “Masones Asturianos en la Cuba y Puerto Rico del siglo XIX[ii]

Sirva pues ésta aportación para adentrarnos en un territorio muy poco conocido, la relación entre indianismo y masonería, que seguramente al tenor de las aportaciones despejará algunas incógnitas y dará pie a buen seguro para nuevos enfoques.

- Los Indianos
En la Asturias del siglo XIX hubo dos migraciones importantes, una que se registra desde las zonas rurales hacia las más industrializadas y otra hacia ultramar, concretamente hacia puntos como Cuba, Méjico, Puerto Rico o Argentina entre otros destinos, y que dio lugar con el tiempo a una clase social que se dio en llamar “los indianos “.

Una emigración que empezó tímidamente en la región sobre la década de 1820, y que terminó constituyendo en ocasiones un problema importante por la pérdida de población que ello supuso, arrojando cifras de emigración de esta envergadura: entre 1885 y1890 a Cuba emigran 15.160 asturianos; a Argentina 11.819; a Puerto Rico 489; y a Méjico 120; y al Uruguay lo harán 1.030 asturianos.

Dicho panorama cambia entre 1891 y 1895,que es cuando se produce un cambio en la emigración hacía Cuba, que experimenta un vertiginoso aumento con17.914 asturianos que embarcan hacia la Gran Antilla, la emigración hacia Argentina desciende a 1.631; así como a Uruguay, que baja a 213; subiendo de forma importante Méjico, con 1.512; y Puerto Rico, que se mantiene aproximadamente en 435 asturianos. En resumen, hay entre los dos períodos unas 50.800.[iii] almas que emigran desde las verdes valles asturianos a las cálidas temperaturas de Sudamérica, atraídos por la necesidad de mano de obra y el gran desarrollo del comercial, lo que genera una serie de expectativas y de oportunidades que no siempre se cumplían

Por consiguiente, las remesas monetarias en la primera oleada de asentamiento entre 1800 y 1850 son escasas en consonancia con el volumen migratorio, produciéndose a la vez un gran contraste con aquellos indianos que volvían “ricos” en medio de un país depauperado económicamente, y cuyo efecto fue acrecentar aún más la figura del indiano hasta llevarla a los límites del “mito”.

En la siguiente época, entre 1880 y 1930, se intensifica la emigración, para volver a bajar a partir de 1921 con el retorno de algunos indianos, y con ello crece el trasvase económico entre ultramar y Asturias. Es lo que se viene a llamar la “edad de oro de los giros”, y que Gracia Noriega[iv] plasma de esta forma:

“..los indianos enriquecidos, a su regreso ofrecían muestras inequívocas de su triunfo en su persona primero: el traje de buen paño y el sombrero, la cadena y el reloj de oro, el chalet con jardín sobre el que destacaba la palmera; el ostentoso automóvil, y también traían para la familia que aquí dejaban, siempre atenta a la fortuna de América, luego estaban las necesidades del pueblo o de la comarca, en cuya solución dejaba el indiano la demostración más clara de su riqueza y de su amor a su terruño.. donaban obras útiles: fuentes, caminos, asilos y hospitales y sobre todo, escuelas..

Antonio L. Oliveros, por su parte nos los refleja en su libro “Asturias en el resurgimiento Español” como emigrantes con gran auge, que terminan constituyendo una nueva clase social en Asturias:

Es en 1889, con la pérdida del resto de nuestro imperio colonial, cuando se opera en los emigrantes españoles residentes en América una reacción patriótica formidables.
Millares de “americanos “ se reintegraron a España portadores de una riqueza en oro que va levantar de su postración a la economía nacional. Los giros de los emigrantes venían ya aliviando periódicamente la penuria del campesino asturiano. Ahora Gijón Oviedo y Avilés, las cuencas mineras, se pueblan de industrias que el dinero de los “ americanos” contribuye a levantar, realizando un imponderable esfuerzo de resurgimiento patrio. Escuelas de Instrucción aún en los lugares más apartados, Escuelas de Artes y Oficios; caminos, carreteras, urbanización de pueblos y de ciudades”

Escribir aquí más sobre el “fenómeno indiano”, su formulación, repercusión y transcendencia, y cómo no, sobre la impronta que deja en ambos países, no tiene mucho sentido, pues existen interesantes aportaciones en este campo y desde muy distintas concepciones y perspectivas,[v] que hacen innecesaria una incidencia más en estos campos de investigación

 La Masonería en Cuba
Pero si bien hay profundos estudios sobre arquitectura indiana, emigración y hasta de la socio - cultura y la religiosidad en la que estaba imbuido ese “indianismo”, lo que ha quedado fuera del campo investigativo es la presencia de la masonería entre los emigrantes asturianos y la repercusión que en ellos causó, y se ignora todo el influjo que estos irradiaron desde su tal condición masónica, tanto en su país de acogida como en el suyo propio.

Sabemos que construyeron aquí y allá, escuelas, orfanatos y todo tipo de industrias,¿ Pero de dónde provenía esa concepción mediática de dejar constancia de su presencia en su tierra de adopción o en la suya propia ? ¿Respondía a los conceptos que se trabajaban en el seno de la Masonería sobre liberación, emancipación, igualdad e instrucción?

Es difícil responder a esa pregunta, y más si no se ha particularizado a cada masón, su época de pervivencia dentro de la orden y su trayectoria social y política.

Sólo de esta manera tendríamos una completa radiografía personal y del grupo, con lo cual podríamos valorar su proyección en función de determinados parámetros, como pudieran ser las masónicos.

Pero antes de entrar de lleno en analizar algunas de esas cuestiones, tal vez sea interesante e ilustrativo saber como era, como se configuraba esa masonería asturiana dentro de la diversidad de Obediencias que en aquellos momentos se estaba dando en los países de ultramar.

Las Obediencias en las que encontramos trabajando al grueso de nuestros masones asturianos son cuatro: Gran Oriente Español (GOE), Gran Oriente de España (GODE), Gran Oriente Nacional de España (GONE) y La Gran Logia Simbólica de Cuba (GLSIC).

Entrar a explicar su evolución y su presencia en Cuba o en Puerto Rico, es una tarea que aquí se extendería en demasía, y que creo que está explicada en parte y de forma generalizada en las diversas referencias que se adjuntan como complemento a este estudio.[vi]

Los cincuenta y cuatro francmasones del Oriente de Asturias, encuadrados en las logias de Cuba durante el siglo XIX, están asentados, en líneas generales, en Orientes y Grandes Logias de cierto matizado carácter colonialista, aunque hubo talleres que buscaban, unos con más afán que otros, la fresca ventana del independentismo, a pesar de que las épocas no eran muy boyantes para determinadas aventuras segregacionistas.

Apuntar que al igual que pasó en la península, hubo un “ baile de logias” que se cambiaban de una obediencia a otra, en función de los intereses propios del taller y de las situaciones políticas de cada momento. Por ello puede ocurrir que en un principio adscribamos una determinada logia en una Obediencia y luego se encuentre en otros documentos como perteneciente a otra.

De hecho si uno confronta distintos estudios sobre el tema, observará las distintas controversias que se pueden establecer y de las cuales en ocasiones haremos puntual referencia tal como se puede ver el cuadro adjunto:

Grandes Orientes, con masones asturianos, sus logias y localización
Oriente Logia Localidad Nº de Masones
Gran Oriente Español Los Girondinos nº 16 ,[vii] Victoria de Tuna 1
GOE = Reforma 112 Habana 3
7 talleres y 14 miembros España 20 y España 40 Remedios 3
Unión Universal 17 Cárdenas 2
Padilla 19 Habana 1
Hijos de Hiran 21 Bejucal 3
Templarios[viii] Santiago de las Vegas 1
Gran Oriente de España Obreros y Progreso 174 Cienfuegos 9
GODE = Unión Hispano-mericana132 Habana 5
8 Talleres y 23 miembros Hijos de La Luz 123 Santiago 2
Porvenir 94 Gíbara 2
Iberia 2[ix] Caibarien 1
Asilo de la Virtud 140 Cienfuegos 2
Hijos de la Cosmopolita 161 Sagua la Grande 1
Bethe -Ila[x] Matanzas 1
Gran Oriente Nª de España Unión y Concordia 121 Regla 2
GONE = Unión y Concordia 194 Habana 3
9 talleres y 15 miembros Comuneros de Castilla 15[xi] Habana 3
Fé Masónica Habana 1
Hijos de Palestina[xii] Habana 1
Samper 278 Cabañas 1
Santiaguense Santiago de las Vegas 2
Comuneros 144 La Habana 1
Esther 239[xiii] Habana 1
GLSIC Reconciliación Cuántanamo 1
1 Taller y 2 miembros * Antonio Pío 26 ¿ Regla 1

De todo ello se desprende que los masones asturianos que aquí estudiamos tenían fijada su preferencia en el Grande Oriente Español (GODE).

Esta Obediencia es la primera que llega a la isla (sobre 1870), y sufre una serie de escisiones que de alguna manera tienen reflejo en lo que pasa también en España y en la propia Isla de Cuba. (Por esas épocas se establecen también las primeras Obediencias españolas en la isla caribeña el GONE en 1879, el GOE en 1889 y la Gran Logia Simbólica Española a partir de 1892). Tras esos primeros avatares se integran en el denominado Gran Oriente Español de Pérez, que a su vez se unirá con el Gran Oriente de España de Sagasta una vez que éste último rompa sus relaciones con el Supremo Consejo de Colón. Queda, pues, como una Obediencia fuerte en cuanto al número de talleres y miembros, cuyo reflejo podría ser muy bien la estadística anterior, con ocho talleres y un total de veintitrés miembros.

Es cierto que al ser la primera que asentaba su “potencia” en la isla, y al haber una emigración desde primeros de siglo, es lógico que tuviera una fuerte aceptación entre los emigrantes asturianos.

El GODE fue una obediencia que aspiraba, en medio de un gran enfrentamiento entre las obediencias, a la unión de los diversos masones peninsulares bajo un solo Oriente, pero debajo de todo ello subyacía una división difícil de superar, una masonería cubana que pretendía lograr su independencia nacional y otra, mayoritaria, que representaba a la masonería española, defensora de que Cuba siguiera como territorio español, y por tanto rechazaba todo concepto segregacionista, haciendo además gala de un aire patriótico, que se acentúa cuando en 1869, se descubre en Filipinas una organización independentista compuesta en parte de masones, y con ramificaciones y presencia en la península, lo que hace que se acentúen más los conceptos de exaltación patriótica,[xiv] y de la cual tampoco se libró el propio Gran Oriente de España.

Como fruto de dicha exaltación he aquí lo que se escribía en el Boletín Oficial del GONE en Agosto de 1896, recogido del trabajo de Castellanos Gil:

Hay que decirlo claro y de una vez, en nuestras provincias y posesiones de Ultramar, la francmasonería local o extrajera, puede ser perjudicial; la peninsular, o sea la nacional, nunca porque ella es el centinela avanzado y el más eficaz auxiliar de los Gobiernos”

Según los datos aportados por Castellanos Gil, fueron unos 8.181 masones adscritos a las Obediencias española en Cuba, y que según sus estimaciones cada una de ellas tenía la siguiente cuota de miembros: GONE con 2.587; GLUIC con 2.363; el GODE con 1.719 (que representa el 21.01% del total ); y el GOE con tan sólo 206 miembros.

Los Masones del Oriente de Asturias en la Isla de Cuba

Como punto documental de partida se tenía la base de datos que el profesor Ferrer Benimeli aportaba en su trabajo sobre la masonería asturiana, un listado de doscientos veintidós masones, de los cuales (por la pista del nombre simbólico)se daba como provenientes de la zona Oriental asturiana a un conjunto de veintiocho, ya unos diez como dudosos, en cuanto a que el nombre simbólico adoptado era de carácter genérico y poco podía decirnos en cuanto a su origen.

En cuanto al aspecto específico de los nombres simbólicos hay que decir que hay en su elección una gran carga de identidad que se desprende de los distintos expedientes y fichas masónicas estudiados, por lo cual cuando se maneja un simbólico se nos está dando- en parte- esas señas de identidad. Evidentemente, se parte de la base de que la elección del nombre simbólico es una cuestión subjetiva y arbitraria, pero por lo general su elección está orientada por ese perenne recuerdo y añoranza de la tierra que en su día abandonaron.

En el listado que se usó como base hay una relación de ciento once nombres simbólicos con referencia geográfica, como Arlós, Alea, Sella o Asturias. Treinta de ellos definen a sus miembros como pertenecientes a la zona central asturiana, veintitrés adoptan el simbólico que los delata como originarios de la zona occidental, y hay unos doce cuyo origen determina una población como “Villanueva”. En Asturias existen casi unos treinta núcleos con ese topónimo y se reparten por todo el abanico territorial asturiano, lo cual hace difícil determinar ( sin otro soporte documental) su origen real aunque, por otra parte, deja claro el lazo de unión y de identidad con la “tierrina”.

Por otro lado el profesor Castellano Gil, en su trabajo sobre la masonería en Cuba- refiriéndose al siglo XIX- nos da las siguientes cifras: la aportación de masones españoles en Cuba, al menos en las obediencias españolas, es de 1.016 miembros que representan el 17.68% de total de la aportación de todas las nacionalidades, que se cifra en 5.745, de los cuales en 4.180 casos se desconoce su nacionalidad. Asturias, de ese total conocido, aporta 222 miembros, que representan el 21.85% del total, muy por encima de cualquier otra comunidad autónoma, lo que coincide en gran medida con lo aportado por Benimeli en el citado trabajo.

Hecho este paréntesis, hay que decir que tras ese primer listado, que había arrojado unos treinta y ocho hiramitas entre ciertos y dudosos Tras diversos expurgos en el Archivo Histórico de Oviedo y en otras fuentes documentales, se ha logrado completar no sólo la nómina de indianos masones del Oriente de Asturias en Cuba hasta subirla a cincuenta y cuatro, sino que también hemos aportado un importante número de miembros a la nómina de francmasones que “trabajaban” en Puerto Rico, tanto en el siglo XIX como en el XX.

A la vista de la información que se aporta está claro que queda un reto importante para sacar adelante la historia de la masonería asturiana en ultramar, tanto de un siglo como de otro.

La diversidad de archivos, y su distinta ubicación geográfica y técnica hacen difícil la localización de los efectivos masónicos de origen asturiano allende los mares, y más si se quiere llegar a una micro- localización. El simple rastreo por los archivos y fuentes peninsulares, asunto ya comentado, ha hecho subir el inicial censo desde unos cuarenta masones a una total aproximado de unos cincuenta y cuatro que se han logrado ubicar como originarios de la zona oriental asturiana.

¿Pero, quiénes eran estos francmasones? De la mayoría no nos ha llegado nada más que la consignación que aquí se expresa: la filiación de sus nombres y apellidos, los simbólicos adoptados, y las logias y sus Obediencias, y en algunos casos, los años de localización o estadía, y algún dato más que aquí no aparece, como la edad y el estado civil, aunque éstos últimos son muy escasos.
 

Relación de francmasones de la zona oriental asturiana en Cuba en el siglo XIX

Nombre y Apellidos N. Simbólico Profesión LOGIA Años Grado

Eugenio Allende Eón Comercio Obreros del Progreso 174 1887/88
Juan Alvarez García Ribadesella Comerciante. Obreros Progreso 174 1885/87
Juan Amieva García Llanes Dependiente Unión y Concordia 194 1893-1895
Severo Ardisana Noriega Pelayo Resagador Santiaguense 46 --------
Manuel Atalaya Cossío G.Bruno Periodista Porvenir 94 1886
Francisco Balbín Sagunto Gran Logia Simbólica
José Barros Coviella Racel Tabaquero U.Hispano .America 132 1882
Ramón Bárzana Infiesto Empleado Unión Universal 17 1892
Juan Bautista Naredo Infiesto Empleado Betd Ela 142 1880 *
Rafael Carriles Carrera Hontoria Hijos de Palestina 240 1888
Emilio Cerra Junco Sella Comercio Iberia 2 1890
José Colunga Noval, Covadonga Zapatero Comuneros de Castilla 15 1888
Ramón Combarro Rdgz. Camás Comercio Comuneros Castilla 15 1888
José Cossío Panes Los Templarios 1888
Manuel Cué Nemo Hacendado Girondinos 16 1888 18
Carlos Cuesta Estenger Llanes Comercio Hijos de la Luz 23 1884
Antonio Cuesta Quintes Villaviciosa Comercio U.Hispano –Americana 132 1885/86
José Cuétara Favila Los Comuneros 144 1891
Francisco Cuétara
Alea
Comercio España 40 1889/90/91 2
José Mª Diego y Fdez Navas Comercio Obreros Progreso 174 1885 ¿¿
José Díaz Benito Infiesto Comercio Unión y Concordia 194 1893-95
Eugenio Díaz San Andrés Hacendado Porvenir 94 18886*
Ramón Díaz González Cardes Esther 239 1888
Gabriel Fabián Cangas Tabaquero Reforma 112 1890
Julián Faya González Sella Comercio Santiaguense 46 -------- *
Ramón Faya Sella Comercio España 40 1891
Manuel Fernández Santianes Tabaquero Reforma 112 1890
Baldomero García Colunga Industrial Hijos de Hiram 50-21 1890
Bernardo García González Infiesto Empleado Samper 278 1890-1892
José García Martínez Rebollada Comercio Obreros Progreso 174 1888
Gervasio García Purón Purón Tabaquero Comuneros de Castilla51 1888
Francisco García Valdés Infiesto Tabaquero Antonio Pío 26 1890 18º
Carlos González. García Infiesto Empleado Obreros. Progreso 174 1883
José González García Socrátes Empleado Obreros. Progreso 174 1883-84
José Isla Ruíz Isla Militar España 20 1889/90
José Junco y Junco Pelayo Comercio Hijos de la Luz 123 1884
Alberto Lamerán Contraquil Comercio Unión H-Americana 132 1883-86
José Llera Santianes Comercio Unión Universal 17 1882 18
José López Bances San Román Fabri. Cigarr Unión H-Americana 132 1882
Manuel Martín Llano Ribadesella Comercio Asilo de la Virtud 140 1888
Manuel Obaya Vallín Pelayo Mayordomo Hijos de la Cosmopolita 161 1883
Francisco Pando Rdez Amandi Comercio Obreros. Progreso174 1883
Francisco Pérez Anieba * Caldueño Industrial Hijos de Hiran 50-21 1889/90
José Mª Pérez Ardavín Pumarada Comercio Unión y Concordia 194 1893-1895
Manuel Portilla Sánchez. Infiesto Comercio Obreros. Progreso 174 1883/85
Fernando Rodríguez Covadonga Comercio Padilla 19 1888
Fernando Rojo Villamayor Sastre L:. Reforma 112 1890/95 18º
Ramón Ruenes Fabila Militar Jefe Unión H-Americana 132 1882
Ramón Ruenes Ruenes Prim Comercio Obreros del Progreso 174
Ramón Sanfeliz Peláez Johnson Comercio Unión y Concordia 121 1880-85 17
Rodolfo Sobrino
Sella
Comercio Hijos de Hiram 50-21 1890
Julio de la Vallina Pelayo Militar Unión y Concordia 121 1879
Joaquín Villar Llanes Colunga Comercio Asilo de la Virtud 140 1886/88 14
Eugenio de la Vega Ribadesella Comercio Fe Masónica 21 1880
· No sabemos si está mal escrito y será (Amieva)   · Los señalados en “negrita” tienen alguna referencia curricular en este estudio
 
Víctor Guerra.


[i] Texto recogido de “Asturias y Cuba en Torno al 98” (Sociedad, economía política y cultura en la crisis de entresiglos” de Jorge Uría González. Edt. Labor 1994
[ii] Rvta Astura . Oviedo
[iii] Fuentes Vaquerizo, tomadas de la obra de Pedro Gómez “De Asturias a América, Cuba 1850-1930
[iv]Indianos del Oriente de Asturias” de José Ignacio Gracia Noriega. Principado de Asturias 1987.
[v] Recomendamos la lectura de los siguientes textos para conocer en profundidad este singular fenómeno.
Cuba, Los asturianos del Silencio” de Juan de Lillo Edt. Septentrión S.L; “ De Asturias a América,. Cuba 1850-1930 (la Comunidad Asturiana en Cuba ; Pedro Gómez Gómez Coord. Principado de Asturias 1996; “Campesinos, emigrantes Indianos” de Germán Ojeda y José Luis San Miguel, Ayalga Editores 1985
[vi]La Masonería Española en Cuba” de José Manuel Castellano Gil, Taller de Historia, Centro de la Cultura Popular Canaria 1995, el articulo ya citado de Ferrer Benimeli sobre los masones asturianos; las obras de Roger Fernández Callejas “ Historia moderna de la Francmasonería en Cuba, su influencia en la independencia cubana.” La Habana 1985; y “ Cien años de actividad masónica” Habana 1961; José Ayala : “La masonería de obediencia española en Puerto Rico XIX, y XX . Murcia 1991; Pere Sánchez Ferre “ Masonería y colonialismo español” en la obra Masonería y su impacto internacional. Madrid 1989.
[vii] Con relación a éste taller Ferrer Benimeli lo da como perteneciente al GOE, José Manuel Castellano como taller dependiente de la Gran Logia Simbólica de la Isla de Cuba bajos los auspicios del GONE.
Aunque parece al tenor de diversas documentaciones que estuvo en las tres obediencias, también en el GODE
[viii] Taller que estuvo primeramente vinculado al Grande Oriente Nacional de España de Ros y luego al GOE.
[ix] Si bien en el trabajo de Ferrer Benimeli en un principio da dicha logia como perteneciente al GODE, más tarde en el trabajo publicado en “Masonería Española y América” aparece como vinculada al GOE y Castellanos Gil la vincula a la Gran Logia Simbólica de la Isla de Cuba en marzo de 1988 bajo los auspicios del GONE
[x] Dicha Logia estuvo en le GODE con los siguientes números 212; 101, y luego en el GONE 142.
[xi] En este taller vuelve haber discrepancia entre Castellanos Gil y Ferrer Benimeli, mientras el primero la anexiona al GONE- GLSIC el segundo la vincula al GOE.
[xii] Esta logia según datos de Ferrer Benimeli estuvo primero en el GONE con el número 240, luego en el GONER (Grande Oriente Nacional de España de Ros) nº 48; y más tarde en GOE con el número 179.
[xiii] Este taller se le vincula igualmente ala la Gran Logia Simbólica de España
[xiv] Ver los trabajos de Gil Castellanos, en su libro ya citado y el del Pere Ferrer Sánchez “ La masonería española y el conflicto colonial filipino” en Masonería en la España del siglo XIX. Valladolid 1987

















































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